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Pero ''χάος'' significa ante todo lo que se entreabre, el abismo abierto, lo abierto que se abre en primer lugar, en que todo queda devorado. El abismo rehúsa toda base para algo diferenciado y fundamentado. Y por eso el Caos, para toda experiencia que conoce sólo lo mediato, parece lo que no tiene distinciones, siendo así lo meramente confuso. Lo «caótico» en tal sentido es, sin embargo, sólo el desvio de lo que quiere decir «Caos». Pensado a partir de la «Naturaleza» (''φύσις'') , el Caos permanece siendo ese abrirse abismal, desde lo que se abre lo abierto, para deparar a todo lo diferenciado su presencia delimitada. Por eso Hölderlin llama el «sagrado» al «Caos» y a la «confusión». El Caos es lo sagrado mismo. Nada real va por delante de esa apertura, sino que siempre entra en ella. Todo lo que aparece ya está en cada ocasión dejado atrás por ella. | Pero ''χάος'' significa ante todo lo que se entreabre, el abismo abierto, lo abierto que se abre en primer lugar, en que todo queda devorado. El abismo rehúsa toda base para algo diferenciado y fundamentado. Y por eso el Caos, para toda experiencia que conoce sólo lo mediato, parece lo que no tiene distinciones, siendo así lo meramente confuso. Lo «caótico» en tal sentido es, sin embargo, sólo el desvio de lo que quiere decir «Caos». Pensado a partir de la «Naturaleza» (''φύσις'') , el Caos permanece siendo ese abrirse abismal, desde lo que se abre lo abierto, para deparar a todo lo diferenciado su presencia delimitada. Por eso Hölderlin llama el «sagrado» al «Caos» y a la «confusión». El Caos es lo sagrado mismo. Nada real va por delante de esa apertura, sino que siempre entra en ella. Todo lo que aparece ya está en cada ocasión dejado atrás por ella. | ||
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Revisió del 20:11, 19 ago 2016
Però χάος significa abans de res el que s'entreobre, l'abisme obert, el obert que s'obre en primer lloc, en què tot queda devorat. L'abisme refusa tota base per a alguna cosa diferenciada i fonamentat. I per això el Caos, per a tota experiència que coneix només allò mediat, sembla que no té distincions, sent així el merament confús. El «caòtic» en aquest sentit és, però, només el desviament del que vol dir «Caos». Pensat a partir de la «Natura» (φύσις), el Caos roman sent aquest obrir-se abismal, des del que s'obre el obert, per oferir a tot el diferenciat la seva presència delimitada. Per això Hölderlin anomena el «sagrat» al «Caos» i a la «confusió». El Caos és el sagrat mateix. Res real va per davant d'aquesta obertura, sinó que sempre entra en ella. Tot el que apareix ja està en cada ocasió deixat enrere per ella.
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Texto en castellano.
Pero χάος significa ante todo lo que se entreabre, el abismo abierto, lo abierto que se abre en primer lugar, en que todo queda devorado. El abismo rehúsa toda base para algo diferenciado y fundamentado. Y por eso el Caos, para toda experiencia que conoce sólo lo mediato, parece lo que no tiene distinciones, siendo así lo meramente confuso. Lo «caótico» en tal sentido es, sin embargo, sólo el desvio de lo que quiere decir «Caos». Pensado a partir de la «Naturaleza» (φύσις) , el Caos permanece siendo ese abrirse abismal, desde lo que se abre lo abierto, para deparar a todo lo diferenciado su presencia delimitada. Por eso Hölderlin llama el «sagrado» al «Caos» y a la «confusión». El Caos es lo sagrado mismo. Nada real va por delante de esa apertura, sino que siempre entra en ella. Todo lo que aparece ya está en cada ocasión dejado atrás por ella.
| M. Heidegger, Interpretaciones sobre la filosofía de Hölderlin", Ariel, Barcelona 1983, p.84 |
Original en castellà
Pero χάος significa ante todo lo que se entreabre, el abismo abierto, lo abierto que se abre en primer lugar, en que todo queda devorado. El abismo rehúsa toda base para algo diferenciado y fundamentado. Y por eso el Caos, para toda experiencia que conoce sólo lo mediato, parece lo que no tiene distinciones, siendo así lo meramente confuso. Lo «caótico» en tal sentido es, sin embargo, sólo el desvio de lo que quiere decir «Caos». Pensado a partir de la «Naturaleza» (φύσις) , el Caos permanece siendo ese abrirse abismal, desde lo que se abre lo abierto, para deparar a todo lo diferenciado su presencia delimitada. Por eso Hölderlin llama el «sagrado» al «Caos» y a la «confusión». El Caos es lo sagrado mismo. Nada real va por delante de esa apertura, sino que siempre entra en ella. Todo lo que aparece ya está en cada ocasión dejado atrás por ella.