Cita de Plató sobre la bellesa
De Wikisofia
Text original editat en castellà.
Ahora bien: la justicia, la templanza y todas las demás cosas preciosas para el alma no poseen ningún resplandor en sus imágenes de este mundo: sólo mediante órganos imprecisos, y a duras penas, pueden unos pocos, recurriendo a las imágenes, contemplar el género de lo representado por ellas. La belleza, en cambio, pudimos verla en todo su esplendor, cuando, con el coro bienaventurado y siguiendo nosotros a Zeus, y otros a otro dios, contemplamos la visión beatífica y divina [...] Decíamos que la belleza brillaba entre aquellas realidades y que, una vez llegados acá, la captamos mediante el más claro de nuestros sentidos, por brillar ella también con claridad.
Text traduït al català (Traducció automàtica pendent de revisió).
Ara bé: la justícia, la temprança i totes les altres coses precioses per a l'ànima no posseeixen cap resplendor en les seves imatges d'aquest món: només mitjançant òrgans imprecisos, i amb prou feines, poden uns de pocs, recorrent a les imatges, contemplar el gènere del representat per elles. La bellesa, en canvi, vam poder veure-la en tota la seva esplendor, quan, amb el cor benaventurat i seguint nosaltres a Zeus, i uns altres a un altre déu, contemplem la visió beatífica i divina [...] Dèiem que la bellesa brillava entre aquelles realitats i que, una vegada arribats aquí, la captem mitjançant el més clar dels nostres sentits, per brillar ella també amb claredat.
Platón, Fedro, 250c (Obras completas, Aguilar, Madrid 1972, p. 867). |
Original en castellà
Ahora bien: la justicia, la templanza y todas las demás cosas preciosas para el alma no poseen ningún resplandor en sus imágenes de este mundo: sólo mediante órganos imprecisos, y a duras penas, pueden unos pocos, recurriendo a las imágenes, contemplar el género de lo representado por ellas. La belleza, en cambio, pudimos verla en todo su esplendor, cuando, con el coro bienaventurado y siguiendo nosotros a Zeus, y otros a otro dios, contemplamos la visión beatífica y divina [...] Decíamos que la belleza brillaba entre aquellas realidades y que, una vez llegados acá, la captamos mediante el más claro de nuestros sentidos, por brillar ella también con claridad.